MIGUEL ANGEL BLANCO, VASCO Y ESPAÑOL

Aún tengo los ojos empañados en lágrimas. Treinta y siete millones de españoles se sienten y son hoy vascos, completamente vascos, legítimamente vascos. Como españoles y vascos se han estremecidos nuestros corazones con el secuestro de Miguel Ángel Blanco, vasco y español, sin más condena que la de ser un hombre libre y consejal del PP, español y vasco, en su pueblo de Ermua. Como españoles y vascos y la incredulidad en la mente, (tanta barbarie no es posible en ser humano alguno por muy degradado que se encuentre) no podíamos creer la amenaza de asesinato al plazo fijo de cuarenta y ocho horas. Como españoles y vascos, con la angustia en las entrañas, corrieron los segundos como fuego por nuestras venas. Con la serenidad y honestidad de seres humanos, con derechos humanos, nos lanzamos a la calle 37 millones de españoles y vascos con el lazo azul, hoy negro. VASCOS, SI; ETA, NO. Como españoles y vascos sentimos a esa mayoría de vascos, dos millones largos, compatriotas y hermanos. Con el alma sangrante, brutal estampido en el corazón, oímos los dos disparos en la nuca a Mike, y 37 millones de españoles y vascos sentimos en nuestra cabeza los viles tiros, dos, con saña, del asesinato y la muerte. Como españoles y vascos con la rabia y la indignación contenidas llegamos a la serenidad de la paz sin venganzas, paz en la justicia, pero en la PLENA Y TOTAL JUSTICIA. TODOS hemos perdido en Miguel Angel, un hijo, un hermano, un novio, un amigo. Hasta ayer, un humilde trabajador y un honrado hombre libre del pueblo vasco; hoy hermano real y VIVO de 37 millones de españoles-vascos. No hay rechazo ni odio, ni revanchas contra los vascos. VASCOS, SI. Solo a ETA y HB, repulsa y repugnancia. Y desde la indefinición escurridiza, silente, huidiza y totalmente estéril a algunos hombres del PNV y a su Lendakari, rechazo y discrepancias. Pero no es día hoy de separaciones o de desafueros con los a todas luces pacifistas y demócratas. Otro día diré porqué los creo cómplices en tercero o cuarto grado, al crear, por muy legítimo que fuese, ese caldo de cultivo independentista y separatista, que en muchos jóvenes más radicales, bombas con espoletas retardadas, se hace odio a España, revancha a lo español y fronteras irreales, separadoras, estériles y fuera de la historia y del siglo XXI. Hoy 37 millones de españoles nos hemos sentidos y somos españoles-vascos. ¿Será mucho pedir que dos millones de vascos se sientan y se honren de ser españoles, de proclamarse públicamente y sin miedos vascos y españoles? Junto con el rezacho al miedo a ETA ese millón largo que se sienten vascos y españoles deben rechazar también el miedo a los independestistas de proclamarse españoles-vascos. Este segundo gran miedo secuestra a Euskadi en un zulo mental y le impide ser plenamente libre. Porque condiciona sus vidas, sus trabajos, su porvenir y hasta su estima social. Desde cuatrocientos años de historia al menos pueden estar seguros los vasco-españoles que son más vascos por el mismo e inseparable hecho de ser españoles y que esos alardeantes independentistas tienen muchísima menos legitimidad histórica de vascos al no sentirse españoles. Así, desde su óptica del PP, lo llevaba Miguel Angel en su sangre derramada y es hermosa y fructífera herencia para muchos de sus hermanos vascos y españoles.