miércoles, 3 de septiembre de 2008

"Con derecho a dos votos"

"CON DERECHO A DOS VOTOS"

No sé si darle las gracias a la Oficina del Censo Electoral, al Padrón efectuado por el Ayuntamiento o al Parlamento de Canarias, que aprobaría, sin yo saberlo, alguna ley dándonos dos votos a los de las Islas Grandes para compensarnos el multivalor del voto de los ciudadanos de El Hierro, por ejemplo. Sería una hermosa respuesta a mis planteamientos en "Quisiera ser demócrata".

A lo mejor mis gracias deben ser para la Telefónica. Me explico. Recibí dos Tarjetas Censales. En la segunda la "S" líquida de mi segundo apellido estaba suprimida. Mismo distrito, misma sección, misma mesa. La curiosidad me llevó a levantarme de mi Mesa, era Interventor, (¡con unas gafas negras y mucha marrullería, tres votos!) e ir a la mesa de mis derechos primigenios a ver si estaba dos veces en el Censo. ¡Y lo estaba! Y me puse a considerar que significaría tan magno acontecimiento: tres votos ilegales, dos legales. Y hete aquí la conclusión: las listas electorales se sacan de la guía telefónica.

Cuando contraté un segundo teléfono quien lo trascribió al listado del ordenador que confeccionar la Guía, o estaba comiéndose el bocadillo de las once, o el compañero le contaba las posibilidades de descender de Las Palmas, - eran aquellas horas aciagas y nefastas,- o ella mascullaba qué le pondría en los florecientes dientecillos al niño que no le dejaba dormir hacía seis noches.

La cosa es que se tragaron la "S" líquida de mi segundo apellido y me desdoblaron la personalidad, al menos la telefónica. Inútil pedir rectificación. Allí sigo en dos lugares separados por mis casi homónimos de apellidos. Como al hacerme el Padrón solo vino una simpática chica, puedo deducir y deduzco que las listas electorales se sacan o completan con la guía telefónica, única que es origen de este curioso error.

Hasta aquí la amable anécdota. Y conste que mi civismo sólo me permitió votar una vez y en mi Mesa.

En La Provincia, Firmas 19-07-94, humildemente proponía:

1.- que las Tarjetas Censales se mandaran antes de terminar los períodos de reclamación. Que en Prensa se anunciara que si alguien no la recibía antes de tal fecha consultara por teléfono, a los números cuales, su comprobación y de no aparecer reclamara según su derecho.

2.- La segunda tarjeta, antes de las elecciones, daría ya con un Censo casi perfecto, al menos por parte de la Administración, el Colegio electoral, el distrito, la sección y la Mesa.

No estaría de más que esta Tarjeta llevara la indicación siguiente:

Aquí es donde PUEDE Vd. votar. Le rogamos que para su mayor facilidad lleve esta Tarjeta cuando vaya a votar junto con su DNI, Pasaporte o Carnet Conducir. Le llevará directamente a su Mesa de votación.

3.- Unas listas por calles completas con todos los "censados" (los vecinos "no viven" en distritos ni entienden de los números pares al distrito 6 y los impares al 7 y del número 42 al 78 de la calle.)


Especificar por calles el Distrito, Colegio, sección y mesa y colgarlas en todos los Colegios electorales que comprenda esa calle. Y vecino que no se encuentre en esa lista en su calle ( o en su antigua calle) no peregrine más por ningún Colegio o Mesa, no está en el Censo y si no atendió al reclamo de las tarjetas la culpa es SOLO suya.

Y hoy añadiría estas nuevas:

4.- Exija la Ley Electoral o su Reglamento que todos los Presidentes y Vocales se elijan entre los censados en su misma Mesa.

5.- Pidan a los Partidos que todos sus Interventores tengan la misma condición y que cuando no la tengan sean censados de otras Mesas en el mismo Colegio, votando siempre en sus mesas de Censo.

Así se evitaría toda posibilidad de votar dos veces a todos los miembros de todas las Mesas, de tener que comprobar que algún "espabiladillo", que los hay, lo hiciera, y ese engorroso y farragoso recuento final de los cierres de Mesa de votantes del Censo más votantes de la Mesa que lía a más de un buen pero inexperto Presidente y que hace que algunas Mesas no cuadren en sus Actas con las correspondientes anulaciones.

La experiencia me dice que durante la votación es casi imposible cualquier pucherazo, de doble sobre o sobre de votante abstencionista, mientras queden en la Mesa dos de los tres elegidos por la Junta de Censo, aunque sepamos o imaginemos "su partido", y al menos dos de los interventores de partidos "muy contrarios".

Hay partidos sin representación de Interventores que saben que las Mesas funcionaran legalmente desde que hay en el recuento dos interventores de otros dos partidos bastante separados en el arco parlamentario. La retirada por algún Apoderado de copias de las Actas de escrutinio imposibilita toda posterior marrullería.

Incorporen temporalmente los partidos sus Apoderados para dejar ir a votar a sus Interventores si lo han de hacer en otra Mesa o en otro Colegio cercano.

6.- Pasen todos los controles a las Juntas Electorales desde los Gobiernos Civiles, desde la organización de locales y mesas, hasta los recuentos de votantes a horas dadas, recuentos provisionales y Salas de anuncio y paneles de resultados, que hoy hacen Gobiernos Civiles o Ministerio del Interior, dándosele los medios oportunos.

La pureza del voto y el pucherazo dirigido, ese que se da solo en las mesas controladas por un solo partido que se retrasa en el cierre y cuando las estadísticas van dando que falta menos de cien votos para cambiar de signo político un elegido, las neutraliza el cierre a la misma hora en todo el territorio nacional de todos los Colegios, (los Colegios de la Península debían abrir a las nueve y cerrar a las nueve, sobre todo siendo domingo) y no permitiendo salida de datos semioficiales de las Juntas de Censo hasta hora y media o dos después de los cierres, para permitir que todas las Mesas hayan cerrado y organícese una "recogida" de Presidentes y Vocales por Colegios hasta los locales del Censo donde deban entregar sus actas, pues esto si que es un verdadero desastre ocurriendo que algún Presidente se las lleve tan panchamente a su casa.

Durante este tiempo se irán metiendo los datos de las Mesas que vayan llegando en los ordenadores para dar los datos a la llegada de las últimas. Serán resultados de primer recuento que serán definitivos como en la actualidad tras plazos y reclamaciones.

Se organizaran, por partidos o Centros de Difusión sus propios paneles y sus propias cábalas, que en nada empañaran los resultados reales finales.

Cuanto más se acerque por profesionalidad a los resultados reales más crédito tomarán las cadenas de radio o TV y más videntes/oyentes alcanzaran con su prestigio para posteriores elecciones.

Hoy muchos sospechamos que las últimas encuestas más favorables a PP que la propia realidad tan pocos días antes de las elecciones fueron una cortina de humo orquestada:

como no podemos disimular nuestra descomunal derrota, empequeñezcamos al ganador haciendo parecer una relativa derrota su victoria al exagerar por adelantado sus resultados.

Hoy ya sé a qué encuestas y periódicos nunca más debo hacerles caso. Son manipuladoras hasta la degradación en lo retorcido de sus resultados.

Es la inútil revancha de los pusilánimes: como ellos no saben crecer intentan empequeñecer al grande para reducir las distancias. Para saber perder hace falta tener tanta dignidad y elegancia como humildad y ecuanimidad para saber ganar. Los enanos botafumieros nacen alrededor para encaramarse donde ellos por sí mismo no pueden ni saben. ¡Cuanto necesitamos los humanos del esclavo romano que nos recuerde lo efímero de toda vida y de toda victoria!

Carlos Portillo Scharfhausen.

DNI 00.145.415

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