sábado, 6 de septiembre de 2008

El Maletín del Señor Roldán"

EL MALETIN Y EL SR. ROLDAN

Quisiera creer al Sr. Belloch. Aunque no fuera más que por poder creer al menos por una vez a un miembro del Gobierno felipista.

Pero he repasado la película, dada por la policía, de la entrada del Sr. Roldán y mis dudas aumentan.

Baja éste del avión sin esposar, - de cara a la ejemplaridad para la galería de sus votantes hubiera sido un tanto - (mi opinión personal es que no se debe humillar ni siquiera al reo confeso más allá de lo necesario: en este caso no había peligro de huida porque todo marcaba "una entrega") y con aire más bien de Director General todavía en funciones con un portafolio en la mano, al parecer de cuero, se dirige hacia un coche, no celular, y con respeto se le abre la puerta y se le indica el lugar de su asiento. Y este trato me parece correcto. Pero qué contraste con la entrada de su esposa a través de todo un largo pasillo del Juzgado que nos sirvió la TV.

Escoltado por motoristas, con coches delante y detrás, se dirige, no a la Plaza de Castilla y los Juzgados sino a unas dependencias de su ex-mando donde permanece para ducharse, tomarles las huellas y..... más de tres horas.

Igualmente fueron tratados los "presos distinguidos", Mariano Rubio, De la Concha, Conde, Romaní y De la Rosa, pero todos sin el maletín.

Esposas, coches celulares y empujones quedan para los choriceros y carteristas. No sé si para la nobleza, pues no guardo recuerdos del Marqués corruptor.

(el maletín! (Un maletín en la mano de un preso capturado! (Con "sus" documentos! Como una más de las partes en el pequeño grupo de hombres que negocian. Y nada me hace pensar más en un pacto que el pequeño detalle del pequeño maletín. Ni siquiera la cuasievidencia de las fotocopias del MUNDO, con la firma de dos de las tres partes, el Gobierno de Laos y el Sr. D. Luis Rondán. Con el asentimiento de las condiciones, asumidas por el Sr. Belloch ante la TV. "Yo personalmente tomé esa responsabilidad".

Luego oímos la calle. Ya no les creen ni los mismos socialistas.

La gran tragedia del felipismo psoísta es que, como "el Pastor y el Lobo", han mentido tantas veces amparados en los 100 años de honradez desde los 800.000 puestos de trabajo para acá, que el pueblo no les cree ahora ni cuando dicen la verdad.

Carlos Portillo Scharfhausen.

DNI 145.415

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.

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